Es posible que te haya sorprendido leer esto, pero sí, los colores influyen mucho más de lo que crees en nuestro apetito y determinan nuestras ganas de querer comer o no los alimentos que tenemos en el plato. Los ingredientes, la vajilla, la decoración del lugar y hasta la pintura de las paredes, tienen un papel relevante en nuestra relación con la comida.
La ciencia que se dedica al estudio de esta vibrante disciplina es la Psicología del Color, y da muchas claves a cocineros y decoradores de restaurantes y cafeterías que quizás hayan pasado desapercibidas para ti hasta este momento.
Sin embargo, a medida que vayas leyendo, probablemente comiencen a aparecer en tu cabeza logos de importantes marcas de restauración, platos que te hayan resultado deliciosos,… y otro sinfín de detalles que confirman la importancia que debe otorgarse a los colores en la cocina.
¿Qué te hace sentir cada color?
Intenta responder esta cuestión y enseguida te darás cuenta de que tus respuestas tendrán mucho que ver con la influencia que los distintos tonos tienen en despertar o inhibir tu apetito.
Lo normal es que los colores vivos, cálidos y más vibrantes hagan resonar tus tripas del hambre y te inviten a devorar los platos que los contienen, aunque, por supuesto, hay matices, y cada color tiene sus particularidades.
Antes de seguir leyendo, piensa: ¿qué te transmite el rojo? ¿Y el naranja y el amarillo? ¿Qué te transmite el verde? Y el azul turquesa, ¿has pensado qué te hace sentir?
Pues bien, ahora ya podemos hacer un recorrido por los cinco colores que tienen un inmenso poder sobre nuestro apetito y que logran despertarlo tan pronto los avistamos. Son, como te hemos contado, el rojo, el naranja, el amarillo, el verde y el azul turquesa.
Color Rojo
Es uno de los colores más vivos, sino el que más, y eso se traduce a nuestros ojos como una gran inyección de energía. Los mejores chefs conocen este truco y no es raro ver en sus platos un toque de rojo haciendo una llamada al león hambriento que todos llevamos dentro.
Aunque quizás no seamos plenamente conscientes de las cualidades de los alimentos rojos, nos sentimos naturalmente atraídos hacia ellos, y al comerlos estamos introduciendo en nuestro organismo un montón de cosas buenas: contribuyen a elevar nuestro ritmo respiratorio, mejoran nuestra salud cardiovascular, favorecen la buena memoria y, entre otras muchas cosas, ayudan a disminuir el riesgo de cáncer.

Algunos de los ingredientes rojos que más gustan son el tomate, la fresa, la sandía, la cereza, el pimiento o la manzana roja. ¿Se te ocurre alguno más?
Color Naranja
También de la familia de los colores cálidos, y cercano al rojo, el naranja nos hace pensar automáticamente en los cítricos y lo asociamos a lo saludable. Un toque de naranja en nuestros platos actúa sobre nuestro subconsciente y nos invita a vaciarlos lo antes posible.
El naranja nos activa y beneficia enormemente a nuestro organismo al estimular la actividad mental y enviar mayor suministro de oxígeno a nuestro cerebro. Nos hace estar más despiertos, más dispuestos,… sí, nos pone de buen humor.
¿Y los alimentos naranjas predilectos? Por supuesto, la naranja. Y también el melocotón, el mango, la papaya, la calabaza… las frutas y verduras naranjas abundan y son muy ricas.
Color Amarillo
El amarillo es un color muy cercano al naranja y las consecuencias que tiene en nosotros, así como sus beneficios, son, por tanto, muy similares. Su principal cualidad es la de tener un poder muy potente para captar nuestra atención. El amarillo nos recuerda a las estaciones más cálidas, al sol y a las flores que nos alegran a todos los meses de primavera, y su efecto es muy positivo.
Comparte ventajas para nuestra salud con el naranja, a las que también se pueden añadir los beneficios que tiene en nuestra piel, en nuestra vista y en nuestro sistema inmunitario.
El ingrediente amarillo por excelencia en Canarias es el plátano, al que se unen, por ejemplo, el limón y la piña para dar un toque de acidez y dulzor a nuestros platos.
Color Verde
Seguro que el verde te hace pensar en una forma de vida sana y en contacto con la naturaleza, y es a eso precisamente a lo que representa. Normalmente los alimentos verdes son bien acogidos en nuestros platos porque suelen ser saludables y nos transmiten confianza. «Si es verde, es bueno», así pensamos.
Es el color ideal en la comida de las embarazadas por ser muy rico en ácido fólico (lo que disminuye el riesgo de que el feto tenga alguna malformación) y también contribuye, como el naranja y el amarillo, a que mantengamos por más tiempo nuestra vista de pájaro.
Deliciosas frutas y verduras como el aguacate, las espinacas, las uvas, el kiwi o el pimiento son de un vibrante color verde que nos motiva a comer sano a la vez que disfrutamos de los mejores sabores.
Color Azul turquesa
Aparentemente, y después de haber leído sobre los colores anteriores, este te puede parecer un tanto raro en esta lista. Y es cierto que, a no ser que utilicemos tintes alimenticios, no va a ser fácil encontrar un ingrediente que sea azul turquesa de manera natural. Pero la presencia de este tono en nuestros platos funciona con gran efectividad a la hora de despertar nuestro apetito.
Quizás te estés preguntando cómo introducirlo en el menú si no es en la comida. Sigue leyendo…
Más allá de la comida…
Como te contamos al principio, la influencia de los colores en la cocina va más allá de los alimentos y contagia a la vajilla, la cubertería, la decoración,… todo está pensado al milímetro para despertar tu apetito e invitarte a probar nuevos platos.
Ahora que conoces los trucos de la colorimetría en la comida, quizás puedas experimentar probándolos con tus amigos y familiares o incluso engañarte a ti mismo añadiendo toques de estos tonos a los platos que menos te gustan y que, sin embargo, sabes que tienes que comer.
¿Te atreves?