La experiencia de consumir una copa de vino tiene como factor fundamental el producto que estamos bebiendo, eso está claro, pero también hay otros factores como la copa de vino, que nos pueden hacer disfrutar de maneras distintas, más o menos agradables un mismo vino, por el simple hecho de cómo está configurada la misma.
En una copa de vino se diferencian tres elementos fundamentales.
Base de la copa de vino
Es la parte de la copa de vino que sirve para mantenerla apoyada en la mesa. No es importante en la experiencia que adquirimos al consumir una copa de vino, sino que cumple una función meramente ornamental y funcional.
Pie o tallo de la copa
Es la zona en la que se sujeta la copa de vino cuando lo vamos a beber, debe tener entre cuatro o cinco centímetros de altura que nos permitan sujetar cómodamente la copa de modo que nuestras manos no entren en contacto con el cuerpo de la copa. De este modo evitamos calentar el vino con nuestro calor corporal. Igualmente, al igual que la base, este elemento tampoco juega un rol demasiado importante en cuanto en la experiencia de consumo.
Cuerpo de la copa de vino
Sin duda, este es el elemento fundamental que da importancia a una copa de vino, en cuanto a la experiencia del consumidor y ahora explicaremos por qué.
En lo que es el cuerpo de la copa de vino, hay que tener en cuenta tres factores fundamentales que influencian esta experiencia
1. Volumen
El volumen de una copa de vino puede variar en distintos tamaños que influirán principalmente a la hora de degustar los aromas.
2. Forma
La forma de la copa puede variar según el tipo de vino que queramos degustar, las hay de diversas formas como pueden ser por ejemplo con formas redondas y rectas, con forma de globo cerrándose el ancho del diámetro en la parte superior de la copa, formas más ovaladas, etc…
Las recomendaciones que te podemos hacer en cuanto a la forma, dependerán en función del vino que queramos consumir.
Vinos tintos
Preferiblemente en copas grandes con diámetro ancho en parte superior, lo que permitirá que el vino se oxigene con mayor facilidad.
Vinos espumosos
Para apreciar mejor este tipo de vinos, es recomendable hacerlo en copas rectas, largas, altas y delgadas.
Vinos blancos y rosados
Los aromas más delicados de este tipo de vinos, hacen más recomendable que sean consumidos en copas más pequeñas.
3. Ancho del diámetro de la parte superior
Dependiendo del ancho del diámetro de la parte superior de la copa el vino, éste entrará en contacto con papilas gustativas con funciones distintas. En diámetros más anchos, el vino entrará en contacto de forma más genérica con todas las papilas gustativas, sin embargo en copas de forma lineal, nos permite que el vino entre en la boca de una manera más directa, con unas papilas gustativas u otras, el dulce en la punta, el mineral y el ácido en los costados, el amargo en el centro. La experiencia de degustación del vino en este caso, dependerá de donde decidamos dirigir el vino.
Esperamos que te hayan gustado nuestros consejos sobre las características que debe tener una copa de vino, para que cuando vayas a consumirlo, tengas en cuenta estos factores y disfrutar lo máximo posible de tu experiencia.